Esta
técnica nos garantiza estrellas puntuales sea cual
sea el tiempo de exposición de la fotografía,
siempre que el telescopio guía (sobre el que se
encuentra la cámara) realice un seguimiento preciso
de las estrellas.
Esto
nos permite centrarnos en otros factores importantes
como la apertura del diafragma o la sensibilidad de
la película
fotográfica.
Cuanto
más abierto esté el diafragma, mayor cantidad
de luz incidirá en la película fotográfica
o en el chip CCD de la cámara. Esto supone la ventaja
de poder reducir el tiempo de exposición, pero
tiene el inconveniente de que no sólo captaremos
la luz de las estrellas sino también cualquier
luz parásita que tengamos cerca (la iluminación
de la ciudad próxima, de los faros de los coches...).
Esto dará como resultado que el fondo de la fotografía
no sea del todo oscuro, quitando belleza a la toma. Por
tanto habrá que jugar con este factor de apertura
del diafragma.
Tratemos
ahora la sensibilidad de la película o ISO. A mayor
ISO se capta más luz en menos tiempo pero el grano
en películas fotográficas o el ruido en cámaras
digitales aumenta. Tener mucho grano no es bueno, pues disminuye
la belleza de la foto. Por lo tanto elegiremos una sensibilidad
ISO de 800 o a lo sumo 1600 para que no aparezca mucho grano.
Desde luego podemos elegir una menor sensibilidad pero el
tiempo de exposición aumentará considerablemente.
No
hemos hablado de la distancia focal de los objetivos
que podemos usar para astrofotografía. De hecho, va ligado
a qué queramos fotografiar. Si queremos retratar
una constelación o el centro de la galaxia, usaremos
un gran angular: 28mm hasta 50mm. Si lo que queremos es
fotografiar un determinado objeto celeste, ya sea un cometa,
una galaxia, un cúmulo o lo que fuera, deberemos
recurrir a los teleobjetivos.
Lógicamente
a mayor aumento del teleobjetivo (mayor distancia focal),
más preciso debe ser el seguimiento que haga el telescopio
guía. Esto no siempre es posible conseguirlo mecánicamente
debido a que la mayoría de los telescopios de aficionado
carecen de una montura preparada para un seguimiento tan
preciso. Tendremos pues que recurrir a nuestro ojo.
Para
que nuestro ojo entre en juego y a fin de ser lo más
precisos posibles, aprovecharemos el seguimiento mecánico
del telescopio pero iremos corrigiendo las desviaciones
del mismo manualmente (con los mandos de los motores de
A.R. y Dec.). Necesitaremos para ello un ocular con retículo
iluminado, que no es más que un ocular de gran aumento
con una cruz de fibra óptica iluminada externamente
que nos permite, una vez centrada una estrella guía
en el centro de esa cruz, ver cómo se va alejando
del mismo. Esto será lo que deberemos corregir manualmente,
esos pequeños desvíos.
Un
ocular con retículo iluminado se puede comprar en
tiendas especializadas o nos lo podemos construir nosotros
mismos a partir de un viejo ocular. esto es lo que hizo
uno de nuestro socios y lo podéis encontrar en la
página dedicada a las chapuzas astronómicas
llamada "Taller".
Conseguir
un teleobjetivo de distancia focal 1000mm o más es,
además de difícil, una solución carísima
que sólo los periodistas deportivos parecen poder
permitírselo.
Una
solución a esto es utilizar el propio telescopio
como objetivo de la cámara en lo que se denomina... |